jueves, 11 de junio de 2015

FAGOFOBIA



Yo si me ahogo en un vaso de agua. La sensación de que mi corazón se acelera al ver el envase de vidrio con el líquido transparente me ahoga. Mi cerebro se precipita en pensamientos de sofoco, mi cuerpo hiperventila y el miedo me consume al sólo pensar que la sociedad dice que debo estar loco para temerle a un vaso de agua.

Cada día me levanto pensando que debo comer y ¡maldita sea! ¡tomar algún líquido!, desde ese momento los músculos de mi cuerpo se tensan y mi mente solo piensa en eso. Mi cerebro crea imágenes de mí mismo ahogándome, desvaneciéndome, solo, sin poder pedir ayuda. El líquido invade mi garganta, mi esófago y mi tráquea llegando a mis pulmones sin dejarme respirar hasta que me desvanezco y muero sin remedio.

Esto se repite tres veces al día, en las tres comidas y cada vez que tengo sed. El martirio de tomar gota a gota el líquido que uno muere por tomar a jarras con la garganta seca y salivante, me desespera y deprime. Ni que decir de las reuniones sociales, ver a todos disfrutar de los brindis y licores de los cuales uno se priva. Prefiero quedarme encerrado en mi casa intentando tomar sorbo a sorbo el agua que es esencial para la vida.

Un día moriré, un día que mi sed sea más fuerte que mi miedo y que llene de líquido mis pulmones que explotaran y quedaré tendido sobre mi propio, irónico, líquido vital.

2 comentarios:

  1. Las sensaciones del fagófogo se transmiten en el relato. Muy bueno Mendiel.
    Buen finde.

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  2. Muchas gracias Alejandra por tu comentario y por pasarme a leer. Saludos.

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